Por Vivian Palmbaum 

El Bosque de la Esperanza, una instalación bordada compuesta de 400 bordados,  organizada por la colectiva Zurciendo el Planeta se expuso entre el 11 y el 25 de junio de 2023 en el Museo del Hambre de la Ciudad de Buenos Aires. El Artivismo, una manera de expresar acciones en favor del planeta e invitar a otras personas a detenerse a reflexionar sobre cómo, todos y todas juntas, podemos cambiar el mundo.

El grupo comenzó a reunirse de manera virtual en el año 2020, como una salida al confinamiento, a partir del bordado y de la reivindicación del remiendo. En 2021 la instalación llegó, con enorme esfuerzo y como forma de protesta,  a la contra cumbre de la COP 26 en Glasgow, Reino Unido.  Esta instalación cuenta con bordados que llegaron de Mexico, Argentina, Chile y también de Suecia, Alemania, Irlanda, Francia, Inglaterra y Grecia.

La colectiva está conformada  principalmente por mujeres latinoamericanas con distintos saberes. Más de 160 personas  han contribuido a la creación de este “bosque” porque comparten la preocupación por el cambio climático y el anhelo de crear conciencia y modificaciones  urgentes para el contexto actual  a través del bordado como parte de la construcción de nuevos sentidos

Un “bosque” no solo está compuesto de árboles, tal como lo revelan estas variadas expresiones. Es además una oportunidad para abrir al dialogo, porque puntadas y palabras tejen una red extensa que va creciendo. “Hablar es hilar y el hilo teje al mundo”, así lo expresa en el cierre una de las integrantes de esta colectiva.  

Foto: Miriam Djeordjian

Participamos de un sistema que ha construido un sentido común que naturaliza el descarte y la basura, restos de un orden excluyente que está degradando nuestras formas de vida en esta tierra. Sin embargo agrupaciones y asambleas, que resisten y luchan para enfrentar la degradación y la depredación de nuestros bienes comunes, vienen creciendo y multiplicándose. 

Este bosque que trasmite esperanza va girando y se suman personas, van llegando nuevos bordados  para hacer parte de la muestra que busca zurcir el planeta porque en diferentes lugares incendios, talas, inundaciones y otras formas de depredación ambiental  destruyen las formas de vida, de las que formamos parte. 

En cada lugar donde se presenta esta muestra se acompaña de un programa de actividades, talleres, conversatorios para mostrar ese diálogo entre saberes, inquietudes e iniciativas que buscan sanar, remendar a nuestro planeta. En este plan de actividades estuvieron presentes las abuelas comadronas de Guatemala, del Movimiento Nim Alaxik, médicas yuyeras de la Red Jarillas, del Movimiento Mundial por la Salud de los Pueblos, entre otras participaciones y prácticas que acompañaron este bosque de esperanzas compartidas. 

Una especie de exorcismo, para expulsar a los demonios y espíritus malignos que  están destruyendo  nuestro planeta y construir y recuperar sentidos amorosos. 

El cierre de la muestra estuvo acompañado de narradoras e integrantes del campo sonoro de voces y tambores que nos llevaron con sus sonidos a un paseo por el bosque. “¿Alguna vez te susurraron al oído?” Preguntaban las narradoras que con una especie de corneta murmuraban palabras emotivas como las de Albert Camus, “En medio del odio, me pareció que había dentro de mí, un amor invencible”… Recuperar el amor, con prácticas que construyen y  que ponen en evidencia que necesitamos zurcir nuestro planeta, remendarlo de los agujeros que le infringe este sistema despiadado basado en el consumo. 

La colectiva se reúne de manera sistemática el primer sábado de cada mes en el Museo del Hambre a bordar, zurcir, para remendar, reutilizar y apostar a un patrón diferente de uso y de consumo en un sistema capitalista que destruye y acumula desechos.   

Más informaciones sobre el colectivo:  @zurciendoelplaneta