Por Vanessa Dourado

El pasado 12 de octubre se estrenó en el teatro El Vitral la obra Casa de Brujas, dirigida por Claudio Pérsico. La obra —que llenó la sala de la casa de espectáculos— es un recorrido por historias y épocas simbólicas en las cuales mujeres emblemáticas como Virginia Bolten, Victoria Ocampo y Lola Mora  vivieron y dejaron sus marcas en la eternidad. Sin embargo, también remarca la importancia del recorrido de mujeres anónimas cuyas existencias hacen parte de una colectividad que se remonta hacia los días de hoy. La obra, desarrollada por las actrices Cecilia Barriento, Bárbara Bloom, Luciana Iasevich, Viviana Jevscek y Natalia Robert, se destaca por la originalidad, la potencia de sus personajes y la impecable actuación.

Con objetos de época y personajes cuidadosamente reconstruidos, Casa de Brujas presenta una verosimilitud que atrae la atención del público desde  la primera escena. El clima de tensión y curiosidad generado por Rosy —la empleada de casa que actúa como elemento contemporáneo al público— activa, ya al inicio, una empatía que acompañará la audiencia por toda la obra.

Como era de esperar, las personificaciones notables se desarrollan trayendo su impronta protagónica a través de sus conocidos discursos y hechos, posibilitando a aquellas personas que tienen conocimiento previo reconocer quienes son sin la necesidad de escuchar sus nombres —los cuales son revelados solo al final de cada escena—.

Los momentos históricos se desarrollan de forma dinámica en una espiral de acontecimientos, encadenados por el existir mujer a lo largo del tiempo y espacio. La lucha de las mujeres por su derecho a existir como seres humanos es el punto central de la obra que, aunque propuesto de forma sutil, interpela a la audiencia y trae las problemáticas a las que se enfrentaron —y siguen enfrentando— las mujeres, a pesar de haber pasado más de un siglo de reivindicaciones.

Gracias al dinamismo de las actrices, que desarrollan dos o tres personajes cada una,  el trabajo de investigación de Bárbara Bloom —que también actúa en la obra— y la capacidad de Pérsico de contar 112 años de historia en 70 minutos, Casa de Brujas es una experiencia estéticamente interesante e intelectualmente potente. Una obra fuerte y que está a la altura de la difícil tarea de representar personajes igualmente potentes e interesantes que marcaron la historia y que siguen inspirando a muchas otras mujeres en la construcción de un futuro sin opresiones hacia ellas. 

Casa de Brujas está en cartelera hasta el 30 de noviembre, en el teatro El Vitral todos sábados a las 21 hs . El valor de la entrada es $ 400.