Como ya bien hemos analizado e investigado acerca de la peligrosidad de la instalación de centrales nucleares en el territorio denominado Argentina, desde el 22 y hasta el 30 de abril de este 2022 se dieron lugar a diferentes manifestaciones con el mismo fin de generar conciencia acerca de los impactos de estas instalaciones.

En el marco de un nuevo aniversario de la catástrofe de Chernóbil (el pasado 26 de abril) y contra la energía nuclear e instalación del HuaLong One —rebautizado ahora como Atucha III—  varios pueblos levantaron su voz bajo el lema “Nuclear? no, gracias”. Algunos de los territorios que adhirieron a la causa fueron: Trelew , Chubut; Valcheta, Rio Negro; La Rioja; San Miguel de Tucumán; Zárate, Buenos Aires; Mar del Plata y Buenos Aires. Y también contó con la presencia de Norita Cortiñas —Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora— siempre con su incondicional apoyo a la lucha de los pueblos.

Si bien en dicho territorio la energía nuclear ha sido promovida e instalada en épocas de dictadura cívico-militar-eclesiástica, es cierto que su crecimiento no ha cesado durante los gobiernos democráticos posteriores. Hablar de energía nuclear es hablar de contaminación, de carrera armamentista y de un sinfín de mentiras y mitos.

“Visibilizar la cuestión nuclear es fundamental y urgente para comprender que tampoco es una alternativa en la transición energética como se plantea. Porque para reemplazar a los combustibles fósiles deberíamos instalar muchas más centrales nucleares de las ya existentes, y las consecuencias serían devastadoras” (Movimiento Antinuclear Zárate-Campana). Además del gasto económico que implican, así como el alto uso de tantos recursos no renovables para su sostenimiento. Como también la falta de un planteo de reducción de consumo energético.

Las centrales nucleares funcionan mediante el uso de reactores en los cuales se da la fisión de Uranio 235, por grandes fuerzas que suceden dentro de su núcleo. El proceso termina por producir otros materiales como plutonio – utilizado para fabricación de misiles – titrio, cesio, entre otros. Esos residuos tóxicos se llevan luego a grandes piletas de refrigeración (debido a su alta temperatura) por años. Convirtiéndose así en un pasivo ambiental eterno.

Es de público conocimiento las consecuencias que ha provocado y provoca la radiación —como por ejemplo las mutaciones genéticas—  y los contaminantes (radionucleidos) despedidos por las centrales nucleares, así como la presencia de basureros nucleares y elementos tóxicos presentes en aguas y napas para uso de los pueblos. Hay que destacar que, como bien explican miembros del Movimiento Antinuclear de la República Argentina (MARA), no son solo una amenaza en caso de que ocurriese un accidente, sino que aún sin una catástrofe hay peligro de manera constante debido a las emisiones radiactivas al ambiente. Hay estudios en Europa que demuestran el aumento de las tasas de mortalidad infantil y leucemia en cercanías a centrales nucleares.

Créditos: Movimiento Antinuclear Zárate- Campana.

El lobby nuclear

 “El actual proyecto de guerra en Ucrania apoyado por la OTAN ha puesto de rehén al planeta entero con sus misiles nucleares. El cual solo el país de Rusia sostiene su geopolítica con 5000 misiles. El territorio Argentino ha hecho acuerdos nucleares con las dos actuales potencias mundiales —Rusia y China—  éste último ya financió los programas nucleares de Pakistán y Corea del Norte, y en la actualidad financia el de Arabia Saudita. Poniéndolo así en medio de una carrera armamentista entre ambas potencias”. Sostiene el movimiento antinuclear Zárate-Campana.

El MARA advierte que ya desde 2017, “el lobby nuclear intentó implantar el reactor chino Hualong One en Sierra Grande, Río Negro. Pero la gran movilización de decenas de ciudades y localidades de toda la Patagonia logró frenar este proyecto, conquistando finalmente la ley provincial antinuclear. Desde entonces, el mismo reactor continuó siendo negociado para ser instalado en el partido de Zárate, provincia de Buenos Aires, en el más absoluto de los silencios cómplices de todo el arco político, los medios de comunicación hegemónicos, y a espaldas de la gran mayoría inconsulta de las poblaciones que potencialmente se verían afectadas de manera directa por un accidente.”

Agustín Sainza, llama a la conciencia sobre las implicancias del plan nuclear, tanto como un problema sanitario, como un condicionamiento geopolítico porque “traslada la guerra del capital financiero a nuestro territorio”. Tanto la oposición como el oficialismo pretenden ingenuamente poder sostener al mismo tiempo dos frentes de financiamiento contrapuestos, actualmente en guerra comercial por la hegemonía del planeta. Al actual endeudamiento del Fondo Monetario, se le suma la incorporación de un reactor hasta 3 veces más caro que cualquier otra alternativa de menor impacto. (Movimiento antinuclear Zárate-Campana).

Contaminación y negligencia

Hoy son siete las minas de uranio abandonadas en el país. El lago de Embalse donde opera el reactor en Córdoba está contaminado con tritio radiactivo y el acuífero “El Puelche”, una de las fuentes  de agua dulce más importante de la región, está contaminado con uranio y plutonio, elementos tóxicos que se filtraron al subsuelo desde el basurero nuclear de Ezeiza.

Sostenemos que la energía nuclear, y por ende las centrales nucleares, son otra forma de extractivismo. Transforman a los territorios en zonas de sacrificio para abastecer la carrera armamentista. Y permiten que el empresariado multinacional siga vulnerando las regiones en donde se instalan estos proyectos.  Exponiendo de forma constante y sostenida a los pueblos a radiactividad que afectará también a las generaciones futuras.

Muy lejos está de ser una energía limpia, ya que conocidos estudios dejan en evidencia los altos grados de contaminación y las enfermedades que afectan a los pueblos que habitan zonas aledañas a las centrales nucleares. La contaminación radiactiva es silenciosa y mortal. El aumento de cáncer, leucemia, tiroides, malformaciones genéticas, abortos espontáneos y trastornos psíquicos han sido detectados en poblaciones afectadas por contaminación radiactiva.

Créditos: Movimiento Antinuclear Zárate- Campana.

Chernóbil

Los efectos de la radioactividad, 36 años después del accidente, siguen estando presentes. Según el ministerio de salud de Ucrania, son 2,5 millones los recursos destinados a los tratamientos de salud después de la catástrofe.

Los niños y las niñas que viven en áreas altamente contaminadas por la lluvia radioactiva de Chernóbil sufren de enfermedades crónicas. Entre las más comunes se encuentran la fatiga asociada a alteraciones del sistema cardiovascular, incluyendo hipertensión arterial, murmullo cardíaco sistólico, y alteraciones electrocardiográficas de conducción y alteraciones metabólicas en los casos de medidas elevadas de Cs137 en los organismos de estos niños/niñas.

La mayor fuente de radiación para los seres humanos tras Chernóbil en los días de hoy, es la ingesta de alimentos producidos localmente.

Por todo ello decimos que la energía nuclear es otra forma de ecocidio. Y una de las maneras de frenar dicho ecocidio es derribar los mitos acerca de qué es la energía nuclear y cómo funciona.

Adhiriendo a la lucha, Nora Cortiñas, quien estuvo presente en la manifestación, expresó: “Las madres tenemos un compromiso de recoger la lucha. Estaremos donde haya que estar. Ofrezco mi solidaridad para esto que me parece un peligro para toda la humanidad. Y que hoy me entero acá, que además están usando la plata de ANSES para esto. Así que yo los felicito. Los aplaudo. Estamos juntxs y vamos a seguir trabajando. La lucha de todos los días vale. Hoy recordando a Chernóbil, ese crimen que se cometió,  ese crimen de Lesa Humanidad, porque tocó y sigue tocando a los seres humanos. Donde no hubo justicia, donde no hubo denuncia de ninguna institución. Agradezco a todxs el esfuerzo por salir adelante con algo tan grave, en un pueblo que está pasando hambre y miseria. Y que tengamos que soportar otros peligros mayores, con una política económica desastrosa que está cada día contra el pueblo”.

Cuestionar el modelo establecido y exigir el cese de instalaciones de centrales nucleares en nuestro territorio es en principio, urgente.

Créditos: Movimiento Antinuclear Zárate- Campana.