Por Marcela González Marcos y Vanessa Dourado 

Miles de personas se movilizaron hacia la Plaza de Mayo este 11 de diciembre en Buenos Aires para rechazar el pago de la deuda Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El préstamo contraído durante la gestión de Cambiemos, cuando presidía el país el empresario Mauricio Macri, es históricamente el mayor monto otorgado por el organismo a un país, 44.500 millones de dólares. 

Esta fue la mayor movilización en contra del acuerdo, destacándose la participación masiva de los sectores populares y de juventud, y dándose un día después del acto en celebración del Día Internacional de los Derechos Humanos y de la Democracia, que tuvo la presencia de íconos del progresismo latinoamericano, como Lula, ex presidente de Brasil, y Mujica, ex presidente de Uruguay. 

Pese a todas las críticas de especialistas respecto de las condiciones en las cuales fue negociado el acuerdo con el FMI  —la operación no tuvo la aprobación en el Congreso—, la actual gestión de Alberto Fernández da señales de que aprobará un plan económico que tiene por objetivo pagar la deuda, sin investigar la fuga de capitales informada por el Banco Central,  que se dio en consecuencia de la toma del préstamo. Eso significará  la vulneración de los Derechos Humanos en un contexto de grave crisis socioeconómica evidenciada por la cantidad de personas bajo la línea de pobreza, más de 50% de la población de Argentina. 

En diálogo con Virginia Bolten el economista y doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires, Julio Gambina expresó que la deuda es ilegítima y odiosa. Además remarcó que desde hace muchos años centros de investigación de diversas áreas producen informes que evidencian el carácter fraudulento de la deuda. Acerca de la importancia de la movilización en contra del Fondo, Gambina dijo: “esta semana Argentina va a pagarle 1900 millones de dólares al FMI que serían fundamentales para muchísimos proyectos que el movimiento popular está demandando y ni hablar de los casi 20 mil millones que vencen el próximo año. Por eso nuestra consigna es la suspensión de pagos ya, e investigación con participación popular.”

Para Claudio Katz, economista y profesor de la Universidad de Buenos Aires quien sigue de cerca el proceso de endeudamiento del país, la movilización masiva es una respuesta de la población al ajuste y trae a la memoria experiencias de períodos anteriores. 

En diálogo con Virginia Bolten expresó: “cómo han percibido muy bien esta es una gran marcha, probablemente la más grande en el último período, y también hay una gran participación no sólo de los sectores juveniles sino también de los sectores populares. Y creo que hay dos razones: la primera es que se vislumbra la inminencia de algún tipo de cierre del acuerdo y sus consecuencias, entonces se empieza a percibir el ajuste que vendrá, y en segundo lugar, que ya hay una experiencia durante este año del principio de ajuste que significó preparar el acuerdo con el FMI. Todo este año hemos visto un deterioro del salario, las jubilaciones, la inflación que se reflejó en los resultados electorales en un voto castigo al gobierno, y por lo tanto lo que hay, yo creo, es una recuperación de una tradición muy fuerte de oposición popular al FMI porque la Argentina carga con experiencias traumáticas, y la población está empezando a recordar qué pasó en 1989, en 2001, qué pasa cuando el Fondo presiona fuerte con un ajuste y produce un colapso económico y social sin precedentes.”

Foto: Virginia Bolten

Por su parte Eduardo Lucita, miembro de Economistas de Izquierda, nos señaló las contradicciones dentro del gobierno y cómo estas repercuten en la sociedad en su conjunto: “la movilización tiene que ver con una situación material, hay vastos sectores populares de la sociedad Argentina que no ven otro horizonte que no sea una agudización de la crisis y la pobreza. Pero hay otra cuestión también. La vicepresidenta Cristina Fernández ha dicho en más de una oportunidad que esta deuda es impagable y que el FMI  tergiversó sus propios estatutos para dar el crédito más grande que dio en su historia. El presidente de la nación le pidió al Banco Central un informe, que se hizo, y que muestra el carácter fraudulento de esta deuda. El mismo presidente inició una querella criminal frente a quienes firmaron este acuerdo. Después se dijo “estamos haciendo la mejor negociación posible con el Fondo”. La ex presidenta vuelve a decir “queremos pagar”, aunque también es cierto que se dice “no en cualquier condición”.  Entonces, lo que vemos es una contradicción constante, que repercute en las bases de la sociedad. Argentina tiene una tradición de haber firmado 26 acuerdos con el FMI que ninguno resultó. Muy por el contrario después de los acuerdos, la crisis fue mucho peor”. Lucita también comparó la situación Argentina con la de Grecia, salvando las diferencias. “Hay una inteligencia popular que se está dando cuenta de que no se puede pagar, hacemos un acuerdo a 10 años con 4 de gracia, pero ¿qué va a pasar después del quinto? No vamos a poder pagar, vamos a ir a una nueva renegociación y vamos a iniciar el camino de Grecia, que tuvo ayuda tras ayuda, negociación tras negociación y cada vez más pobres. Eso se expresa en lo multitudinario que es esta plaza y más allá de esta plaza también, muchos sectores que están con el gobierno hoy están planteándose estas mismas contradicciones y veremos a futuro qué es lo que pasa.”

El acto tuvo la participación de Nora Cortiñas, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y titular de la cátedra de Poder Económico y Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, quién hizo hincapié en la importancia de la resistencia popular: “desde esta Plaza que tiene magia va a salir el repudio al acuerdo con el Fondo monetario Internacional que nos quieren imponer para asfixiarnos. No vamos a pagar una estafa. Las estafas no se pagan. Las estafas se repudian. Que paguen el FMI y los que robaron, los que pidieron y fugaron. No vamos a permitir que nos roben. Que el presidente y los políticos en el Congreso sepan que estamos en resistencia.”