Por Vanessa Dourado y GR

Septiembre, 2016. Brasil acababa de sufrir un golpe institucional y el gobierno de Michel Temer asumía el poder. Miles de personas toman las calles gritando sus reclamos en contra del mandatario, “fora Temer” (fuera Temer). El gobierno ilegítimo responde de manera violenta con la policía. Muchas personas resultan heridas y equipamientos de periodistas son dañados.

Una mujer perdió la vista y manifestantes fueron presxs sin justificación.

Virginia Bolten conversó con Amanda Breslauquien vive en detalle esta persecución.

 

VB: ¿Cómo comenzó tu persecución política?

AB: El día 4 de septiembre, junto con otras mujeres, con las cuales tuve contacto por internet, combinamos para reunirnos y manifestarnos contra el golpe de estado. Sin embargo, nunca conseguí llegar a la manifestación. Al salir de la estación de subte, fui sorprendida por alrededor de 30 oficiales de la policía, que después de una serie de preguntas y requisas, me llevaron a la DEIC (Comisaría Estatal de Investigaciones Criminales). En este lugar, estuve encerrada junto a otras 20 personas, sin que nos dieran ninguna explicación.

Estuvimos diez horas retenidas sin ningún tipo deinformación, con privación del derecho a acceso a un abogado. No obstante, fuimos asistidas por ungrupo de abogados activistas. La prensa se encontraba fuera de la comisaría informando sobre lo sucedido. Con su llegada recibimos la noticia; nuestra encarcelación ya estaba decretadabajo el delito de formación de guerrilla y corrupción de menores. Todavía, sin comprender lo que estaba sucediendo, y muy asustada, seguí las indicaciones de losabogados.

El día siguiente, luego de pasar la noche y dormir en el suelo de la celda, fuimos esposadas y conducidas a la audiencia de custodia. El fallofue a nuestro favor y fuimos liberadas luego de 30 horas.

VB: ¿Cómo continuó la causa inventada por la policía y que consecuencias ha tenido?

AB: Lamentablemente, la historia no termina aquí. Ya pasado un año desde lo ocurrido,recibimos la notificación de que la jueza aceptó la denuncia proclamada por un promotor de justicia y se nos informó que podemos llegar a obtener una sentencia de hasta nueve años en prisión, por un crimen inexistente.

La situación de Amanda y sus compañerxs tiene un detalle importante, similar a lo ocurrido en la manifestación del último 1 de septiembre  por la aparición con vida de Santiago Maldonado, la policía brasilera también utilizó infiltrados para facilitar la prisión arbitraria de lxs manifestantes. En este caso, utilizando una red social, un oficial del ejército utilizó un nombre falso y con la identidad construida de militante anti-gobierno, participó de las conversaciones. Este hecho fue denunciado y detuvieron al oficial, no obstante,la denuncia fue archivada y el nombre del capitán fue eliminado de los documentos oficiales.

La próxima audiencia de Amanda y sus compañerxs será el 22 de septiembre.

Hay una petición (aquí) donde se puede firmar en apoyo a lxs compañerxs.