Virginia Bolten el primer medio de Argentina en visitar Interno, un restaurante que funciona en el lugar de encierro para mujeres de San Diego, en Cartagena de Indias.

Diariamente miles de turistas recorren las calles de la ciudad amurallada de Cartagena de Indias, en Colombia.  Esta pequeña ciudad fundada en el año 1533 tiene 1 millón de habitantes, y alberga en su interior a la cárcel de mujeres San Diego. Dentro de la cárcel hay un restaurante, Interno, abierto a todos los visitantes de la más antigua ciudad colombiana.

El turismo, desconoce este lugar de reclusión, decide encerrarse en las murallas de la ciudad, las mujeres que se encuentran en el presidio no deciden su prisión.

Las personas que visitan el restaurante difícilmente puedan abstraerse del entorno en el que se encuentran. Desde el momento en que la entrada al restaurante Interno es franqueada por un funcionario penitenciario varón que abre el candado de la puerta principal. Al levantar la vista se observan los muros corroídos de la cárcel y ventanas con garrotes, sin embargo  el ambiente, la comida y la atención es la de cualquier restaurante de moda. Ubicado en uno de los patios que linda con la calle 39, Luz Adriana Díaz da la bienvenida a lxs visitantes. No es una mujer privada de su libertad sino que colabora con la Fundación Teatro Interno y controla todo lo que sucede allí.

El lugar se abre solo por las noches, es más costoso que los pinchos en las calles de Cartagena. Los sabrosos palillos de pollo, carne y chorizo cuestan un quinto del valor de la cena en el restaurante. Según se informa en la página web de Interno el menú fue elaborado por reconocidas cocineras de Colombia.

El restaurante tiene un importante contraste con la infraestructura del presidio para las mujeres que allí son forzadas a estar. La cárcel de mujeres no tiene comedor, lo que provoca el primer contraste.

Foto: BBC

Shirley, una mujer privada de su libertad menciona que varias compañeras encerradas “se están capacitando para trabajar en Interno”, no obstante solo reciben como ingreso las propinas. El dinero de la cena es recaudado por la fundación.

Johana Bahamon, reconocida actriz colombiana y fundadora de la ONG,  dice que  “el dinero recaudado va a la Fundación Teatro Interno para mejorar la calidad de vida de las internas de la cárcel de San Diego y la población carcelaria y pospenada de Colombia”. Respecto de qué se realizado con los fondos recaudados detalla: “En 4 meses que lleva abierto el restaurante, las internas de San Diego tienen camas nuevas, colchones nuevos, una huerta productiva, una empresa de artesanías y  una sala de sistemas, entre otras mejoras.”

Bahamon tuvo que interpretar una mujer en un lugar de encierro por lo cual conversó con diferentes mujeres privadas de libertad. “Visitó un presidio y conoció una compañera, que le contó que estaba allí por asesinar a su marido que violaba a su hijo de 3 años” recuerda Luz. Ese diálogo no le fue indiferente a Bahamon. La marcó para siempre, y fue determinante para ella, al punto de haber tomado la decisión de crear la Fundación.

En junio de 2017 fue designada directora del Presidio Judith Del Carmen Figueroa, que se desempeñaba como trabajadora social en el presidio.

Según el informe del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) en Colombia hay 116.760 personas privadas de su libertad y en espacios que podrían albergar hasta 77.874, dando cuenta del hacinamiento imperante.