Rafeef Joubran

Este mes se está llevando a cabo en distintos lugares del mundo (Inglaterra, Irlanda, España, Argentina, Sri Lanka, Myanmar) actos de solidaridad con los y las trabajadoras de la empresa Dragon Sweater de Bangladesh; esta empresa, que mantiene una de sus principales sedes en la capital Daca, emplea a miles de trabajadoras en distintas empresas produciendo prendas de vestir que se exportan a los Estados Unidos, Canadá , México , Brasil , Chile , Japón , Australia, y Europa.

Ya desde febrero, en el marco de la Conferencia Internacional de Sindicatos del Sector Textil realizada en Sri Lanka, el sindicato Garment Workers Trade Union Center (GWTUC) de Bangladesh denunció que sindicalistas y trabajadoras y trabajadores que exigen mejoras eran arrestados, despedidos e incluso objeto de denuncias falsas. Solo unos meses luego, con la llegada de la pandemia producida por el coronavirus, las y los trabajadores iban a entender que no solo había injusticia con quienes trataban de organizarse sino con todas.

GWTUC denunció que entre marzo y junio se despidieron a más de 6.000 trabajadoras, un 90% de ellas afiliadas al sindicato, a las que además se les adeuda salarios. Bajo la excusa de la crisis del Coronavirus, los dueños de la fábrica planean trasladar sus operaciones a zonas rurales donde los salarios son aún más bajos que en las ciudades. Todo esto a pesar que el gobierno de ese país les ha dado dinero para aliviar los efectos de la pandemia en su negocio. Lo que se preguntan las trabajadoras es: ¿a dónde va ese dinero?

Según las sindicalistas: “Este despido es ilegal bajo la ley de Bangladesh. Los propietarios están usando la pandemia como una excusa para deshacerse del personal con más antigüedad y experiencia, incluso de personas que han trabajado en la fábrica más de dos décadas. La mayoría de las personas afectadas están protestando contra las acciones de los propietarios. Pero a través de la intimidación y el acoso policial, el número de manifestantes ha disminuido. La última vez que se les pagó un salario parcial fue en el mes de abril y están haciendo todo lo posible para mantener a sus familias en la ciudad, Daca, prácticamente sin ingresos ni subsidios”

Poco después que salió este mensaje, la empresa respondió diciendo que ellos solo emplean a 800 personas, que son falsas las acusaciones de salarios impagos, de represión sindical y que quienes protestan son una decena de personas. A esto el sindicato respondió expresando que la empresa contrata “por pieza” a más de 4.000 y con “salario fijo” a unas 1.200 personas en estas tareas, dejando nítida la precarización de la relación para la mayoría. Asimismo declaró que en los pocos casos que han pagado salarios ha sido a pocas personas y solo al 60% ciento; denunciaron además que : “los intentos de la GWTUC de formar una sección sindical en Dragon Sweaters han reprimidos por lo menos en tres ocasiones. Se despidió a quienes intentaron formarla, incluidos los delegados de la sección Nazmul y Shahidul y su secretario, Babul. Hay más de 200 denuncias que interpuso la empresa contra trabajadores y trabajadoras que intentaron formar la sección. En cuanto a nuestros comités en Dragon, estos son comités organizativos de GWTUC compuestos de trabajadores y trabajadoras de la empresa, y no de sindicatos registrados”.

Frente a la mentira que solo se han manifestado pocas personas la realidad desmiente esta ilusión: el 11 de julio los y las trabajadoras de Dragon Sweaters sitiaron el Ministerio de Trabajo de Bangladesh protestando, mientras que el 29 de junio con otros sindicatos del país se manifestaron masivamente frente a la oficina del primer ministro. La resistencia de las trabajadoras no ha parado desde entonces, quienes además de su lucha ahora solicitan el apoyo internacional con estas palabras:

Los trabajadores de Dragon Sweaters han hecho ropa para marcas como Gap, Zara, Primark, H&M, Woolworths, Next, Lidl y New Yorker. Por lo tanto, esperamos que las iniciativas de solidaridad internacional de nuestros compañeros y de nuestras compañeras en los países que son sede de estas marcas pueden aumentar la presión sobre los propietarios de Dragon Sweaters para que finalmente acepten nuestras reivindicaciones. Estas pueden incluir piquetes ante las sedes de las empresas, colapsar las líneas de atención con llamadas de protesta, y otras. Cuanto antes sea posible realzar tales acciones, mejor, ya que la situación económica de las personas afectadas por los despidos es acuciante y cualquier presión mejorará las posibilidades de que se acepten sus reivindicaciones.

Debido a la gran solidaridad global presentada hasta el momento, el 27 de agosto el sindicato GWTUC ha saludado a los y las trabajadoras del mundo que se han manifestado, enviándoles estas palabras: “Hoy los y las trabajadoras se reunieron para decidir los próximos pasos del movimiento para el pago de salarios y beneficios. También demostraron su solidaridad con los sindicatos y organizaciones que han estado manifestando incansablemente en apoyo en Irlanda, Alemania, España, Brasil, Myanmar, Sri Lanka y otras áreas. Los trabajadores en Bangladesh están inmensamente agradecidos con todos sus amigos en el extranjero que han desempeñado su papel en hacer que las marcas globales y los propietarios de prendas rindan cuentas”. Acompañado de ello grabaron el siguiente video:

Para mantenerse al tanto, y comunicar, las acciones de solidaridad internacional se puede seguir el hashtag #UnitedAgainstTheDragon

A continuación una galería con fotos de acciones de solidaridad en el mundo: