“El aire de los trópicos es denso.”

Néstor Perlongher

Vanessa Dourado

Avanza una contraofensiva rabiosa de la extrema-derecha. La respuesta a la organización de colectivos feministas y LGTBIQ+, se da de manera violenta. No es solo una cuestión de retirada de derechos por diferencias políticas, es más que eso. Es una guerra contra quienes luchan por sus existencias. Movidos por el odio, presidentes que se creen reyes afilan sus espadas para cortar cabezas, y lanzan como flechas sus palabras ponzoñosas. 

Bajo el mando de Javier Milei, Argentina atraviesa un momento de crisis social y económica que se siente por todos los rincones. Su discurso contra la casta no se sostiene y las declaraciones contrafácticas que lo caracterizan alimentan el resentimiento colectivo. Es a través del ataque contra lo que amenaza el statu quo que Milei logra no salir de su lugar de evidencia, su audiencia es resultado de su espectáculo performativo de odioso libertario-héroe. Mientras tanto, lleva a cabo una política cruel que empobrece, precariza, vulnera derechos básicos y lleva a las personas a la indigencia. 

Tras las declaraciones xenófobas y racistas de Donald Trump y el saludo hitleriano de Elon Musk —quien cree ser el salvador de la civilización humana— en la ceremonia que inauguró la nueva-vieja etapa de la política estadounidense, Milei no quiso quedarse atrás. Así, durante su discurso en el Foro de Davos atacó a la comunidad LGTBIQ+ utilizando toda suerte de descalificaciones e insultos degradantes. Habló en contra de la ideología “wokista”, que llamó de “virus a ser extirpado” y con su impronta pseudointelectual jocosa defendió los valores de la civilización occidental, considerando al feminismo, la equidad, la diversidad, el aborto, el ecologismo, las migraciones y la “ideología de género” como enemigos y colonizadores de la civilización, secuestradores del futuro. 

La provocación generó una inmediata respuesta de diversos sectores de la sociedad, el repudio tomó las redes sociales e incendió los debates entre los grupos que se encuentran en resistencia contra el desmonte de las políticas afirmativas y de derechos humanos argentinas, que son consideradas un modelo para el mundo. 

Rápidamente, los colectivos LGTBIQ+ en lucha llamaron a organizar una asamblea para debatir las líneas de respuesta a la ofensiva y garantizar la protección de los grupos más vulnerados. El resultado fue una gran adhesión que llevó a más de cinco mil personas a la calle. Estuvieron presentes en el Parque Lezama diversos colectivos y referentes del movimiento LGTBIQ+, feminista, sindicatos, partidos políticos y una fuerte presencia de los sectores en lucha por el derecho a la salud pública. 

Asimismo, en la Asamblea Antifascista LGTBIQ+ impulsada inicialmente por iniciativa de la Columna Mostri, se discutió la imposibilidad de separar la lucha por los derechos de la comunidad LGTBIQ+ del ajuste y la precarización de la vida, así como de la ofensiva racista y misógina que busca eliminar la figura del feminicidio del Código Penal argentino. Miembros de colectivos y referentes trans y travestis marcaron presencia y señalaron la importancia de la organización colectiva en tiempos de avanzada transfóbica, que pone en riesgo sus vidas y su acceso al mundo del trabajo. 

En un acto simbólico, el Parque Lezama fue renombrado por los colectivos presentes y ahora se llama Parque Néstor Perlongher, como quien remonta el vuelo para manchar los lagos de la indiferencia y de la intolerancia. Un vuelo que sigue su curso y que expande por todo el territorio argentino. La resolución de convocar a una Marcha del Orgullo Antifascista Antirracista LGTBIQNB+ para el 1 de febrero ya tiene adherentes en todo el país, como relámpago, chipas de luz en un mundo de oscuridad. 

En CABA, la reunión organizativa será el próximo miércoles 29/1 a las 18hs, en el Anfiteatro del Parque Néstor Perlongher, con promesa de lucha y poesía para organizar la bronca y alimentar el corazón.