Guillermo Martinez

Con diferentes gráficas, organizaciones latinoamericanas  solidarias con Palestina   visibilizan  la situación que sufre éste pueblo y que sucede también con el fútbol en la ocupación. Asimismo, la región se suma a una campaña global que solicita a la FIFA (Federación Internacional de Futbol Asociación) que suspenda a Israel de su organización.

Una de las formas de visibilizar la situación que atraviesan los clubes palestinos frente al apartheid israelí ha sido describir la situación del Equipo de Héroes. Este ha sido el título utilizado para hablar sobre el equipo de futbol masculino en la Franja de Gaza, donde sus participantes son varones con las piernas amputadas a causa de la utilización de máquinas de matar por parte de israelíes.  Otra de las difusiones  cuenta la historia de Mohammed Khalil, jugador de fútbol profesional en Palestina. Durante la pacífica manifestación denominada La Gran Marcha del Retorno realizada a partir del 30 de marzo de 2018 (el Día de la Tierra en Palestina), Khalil recibió un disparado de un francotirador israelí que desintegró su rodilla. A partir de esto, Khalil tuvo que dejar su carrera profesional. En la Gran Marcha del Retorno, que solicitaba el fin de la ocupación y el retorno de los refugiados, participaron miles de personas palestinas. El ejército israelí apostó francotiradores que abrieron fuego frente a una multitud que escapaba de las balas. Hay diversas imágenes y vídeos que atestiguan el asesinato por la espalda de varias personas palestinas. Durante esta manifestación no violenta, iniciada el 30 de marzo de 2018, hubo 305 personas asesinadas y más de 29.000 personas heridas.

También  la campaña  habla sobre Mahmoud Sarsak quien, a pesar de ser un reconocido jugador profesional palestino, fue encarcelado durante 3 años en lugares de encierro israelíes. Obtuvo su libertad a partir de una campaña internacional que exigía su liberación. Realizó una huelga de hambre durante su encierro con la consecuente pérdida de peso y masa muscular. No ha podido volver a jugar profesionalmente.

Las gráficas muestran lo que sucede con el fútbol femenino. La Selección femenina Palestina nunca se encuentra completa. Las jugadoras de la zona de la Franja de Gaza no pueden participar de partidos por el bloqueo aéreo, marítimo y terrestre por parte de Israel.

Otro antecedente de la situación en Palestina para la práctica del fútbol es la destrucción del Estadio Palestina ubicado en la Franja de Gaza. El campo de juego fue bombardeo por aviones israelíes en el año 2006; posteriormente,  a partir del financiamiento de la FIFA, pudo construirse nuevamente. No obstante, en los ataques israelíes de 2012, denominados Columna de Nube, nuevamente el estadio fue parte de la destrucción de la ciudad gazatí. Las instalaciones nunca fueron reconstruidas a pesar del pedido global de más de mil deportistas.

Por estas razones el movimiento BDS  (Boicot, Desinversión y sanción) lanza el llamado a solidarizarse con el pueblo palestino mediante el boicot deportivo. Éste movimiento es de caracter internacional contra el apartheid en Palestina que utiliza como referencia la lucha contra el régimen de segregación racial (Apartheid) en Sudáfrica. Allí también se presionó para que se acabara la segregación que existía incluso en los deportes.

En el territorio denominado Argentina no es nueva la solidaridad con pueblo palestino y expresarlo por medio del futbol. En el año 2018, la Selección Masculina de Futbol desistió de jugar un amistoso con Israel a partir de la solicitud de la sociedad civil argentina y varios organismos de DD.HH.